viernes, 5 de junio de 2009

Joaquin Sabina Videoclip Una de romanos clip

LA HISTORIA DE LA BELLEZA (Segundo cuadro)

CANCIÓN 2 SER CALVO QUE FELICIDAD

Muchos dicen que ser calvo es una tragedia
Mas yo digo que es una gran bendición
No voy al peluquero a mal gastar mi dinero
Ni uso sprays, geles, peines o abrillantador.


Luzco mi pelonera como aureola de santón
Y ahora con estas modas mi belleza no incomoda
Ya que para las mujeres esta calva es más sexy
Que tener un gran copete y parecer maricón.

Ja, ja, del mundo yo me río
Cuando me gritan pelón
Soy feliz con mi calvicie
Y no manejo complejos
Porque todos somos calvos
Por debajo del pellejo,
Porque todos somos calvos
Por debajo del pellejo.

Por eso no te incomodes cuando te digan frentón
Y no trates de ocultar tu calvicie sin igual
Con peluquín o peluca que eso es artificial
Ya que ser calvo es señal de intelectualidad.

Ja, ja, del mundo yo me río
Cuando me gritan pelón
Soy feliz con mi calvicie
Y no manejo complejos
Porque todos somos calvos
Por debajo del pellejo,
Porque todos somos calvos
Por debajo del pellejo.








CUADRO II CLEOPATRA Y EL FORASTERO

Personajes:
Julio Cesar (Actor 2)
Eunuco (Actor 1)
Cleopatra (Actriz 1)



Julio Cesar.- Estoy más nervioso que cuando fui nombrado emperador de Roma, todos gritaban ¡Salve Julio Cesar, salve Julio Cesar, más grande y poderoso que Alejandro Magno! Y mírenme , ahora no sé que voy a hacer cuando aparezca esa mujer. Cleopatra, Cleopatra, la reina de Egipto. Dicen que es mas hermosa que todas las flores juntas y que huele tan exquisito que encanta a los hombres y su mirada tiene el hechizo de las aguas del Nilo.

ENTRA EL EXCLAVO EUNUCO.

Eunuco.- ¿Es usted el forastero?

Julio Cesar.- ¡Por Júpiter! ¿qué adefesio es éste?

Eunuco.- Que forastero tan grosero, soy un Eunuco.

Julio Cesar.- ¿Y eso que es?

Eunuco.- Pues muy sencillo, soy un esclavo sin huevos.

Julio Cesar.- ¡Por todos los Dioses! ¿y lo dices tan tranquilo?

Eunuco.- ¿Y por que no? Si aquí en Egipto como en todo San Francisco Cal. lo exótico y chic es ser homosexual. Pero ya déjese de cosas, le pregunte si usted es el Forastero.

Julio Cesar.- Soy Julio Cesar, dueño y señor del Imperio Romano. ¿Dónde esta tu señora?

Eunuco.- Dice mi señora Cleopatra que por el momento no lo puede atender porque esta en su baño diario de leche de burra.

Julio Cesar.- Pero que locura es esa si todo mundo se baña con agua y jabón.

Eunuco.- Por eso tienen tan duro el cuero. Mírese nomás que piel tiene usted llena de agujeros.

Julio Cesar.- Son mis cicatrices de gran general.

Eunuco.- Por más general que sea déjeme decirle que no puede andar así pretendiendo conquistar al mundo, mire, hasta mi abuelita sabe que con un poco de pomada de concha nácar usted puede borrar esas horribles cicatrices (acercándose a Julio cesar) ¡ fuchila, huele a burro jineteado, que horror!

Julio Cesar.- (Orgulloso) Es el aroma natural de cualquier hombre fiero y bien dotado.

Eunuco.- Sólo por lo de bien dotado que usted dice, pero que a mi no me consta, le perdono lo de burro porque eso le puede encantar a mi señora, pero no creo que le perdone esa peste que se trae.

Julio Cesar.- ¿Tu crees?

Eunuco.- Aquí hasta los burros huelen a canela y romero o por lo menos a Gybenchi o a Dolce Gabbana. Mire huela.

Julio Cesar.- Pues no hueles tan mal.

Eunuco.- Pero acérquese un poco más.

Julio Cesar.- Quita o te encajo mi espada.

Eunuco.- Ayyy, que rico, digo, digo, nomás era para que oliera.

Julio Cesar.- Así esta bien de lejecitos. Lo que si me preocupa es lo de tu señora.

Eunuco.- Y luego en las fachas que viene.

Julio Cesar.- ¿Qué tiene? Es mi traje de jefe supremo de todas las fuerzas guerreras del imperio romano.

Eunuco.- Pues esta muy pasado de mode, como quien dice nada que ver con alguien que pretenda conquistar a la gran reina de Egipto.

Julio Cesar.- Ni creas que me voy a vestir con uno de los trapos que tu traes.

Eunuco.- Nada de eso, mi emperador, cada quien debe llevar los colores de acuerdo a su personalidad. A usted le vendría bien el azul o tal vez el púrpura que es color imperial. ¿ Qué no quiere impresionar a la seño Cleopatra? Recuerde que ella tiene cientos de pretendientes y si usted no se pone listo le ganan a la dama y a este hermoso, fructífero y rico territorio de Egipto.

Julio Cesar.- (Furioso y desesperado) ¡Agggggggg, lo que tiene que hacer uno por atraer a una mujer, y luego si lo agradecieran, son unas pérfidas perjuras!

Eunuco.- Entonces váyase olvidando de los grandes cargamentos de trigo y del paso libre hacia el mar rojo que conecta a las ricas tierras de la India y China. Dicen que hay tantas riquezas por allá que de seguro darían supremo poder a un insigne emperador como usted.

Julio Cesar.- Esta bien, esta bien. ¡Que el Dios Marte me perdone!

Eunuco.- Cómo le hace usted de queso, si bien que le gusta.

Julio Cesar.- (Enojado) ¡Que!

Eunuco.- Que en la guerra y el amor todo se vale.

Julio Cesar.- Dame ya esos trapos y ungüentos antes de que me arrepienta.

Eunuco.- Y también esta tiara para que adorne su sexy pelonera.

Julio Cesar.- ¡Trae acá!

Eunuco.- Un momentito, que primero tiene que darme mi emolumento.

Julio Cesar.- ¿Qué es eso?

Eunuco.- Mi dinerito pues toda asesoria causa honorarios.

Julio Cesar.- Aquí está.

Eunuco.- ¿Y la propina?

Julio Cesar.- Vete al carajo. ¿Dónde me visto?

Eunuco.- Váyase por allá atrás. Con cuidado porque hay mucho vestuario teatral no nos vaya a estropear algo.

SALE JULIO CESAR.

Eunuco.- Vaya que da dinero esto de ser asesor de imagen.

ENTRA CLEOPATRA, MUCHACHA FLACA Y ESCUÁLIDA.

Cleopatra.- ¿Ya se fue?

Eunuco.- Fíjese mi señora Cleopatra que no. Insiste e insiste con que la quiere ver y como es el dueño del Imperio Romano ni modo que lo corriera.

Cleopatra.- ¿Y ahora que voy a hacer? Me da vergüenza que me vea. Estoy tan flaca y tan poco glamorosa que no creo que le guste.

Eunuco.- Eso le pasa por esa dietas locas que se trae. Se lo dije tenía que guardar algo de grasita pero a usted se le paso la mano.

Cleopatra.- Ya sé, ya sé, no me regañes. Mejor dime que hago.

EL EUNUCO LA MIRA POR TODOS LADOS PENSANDO LA SOLUCIÓN.

Eunuco.- ¡Ya lo tengo, las niñas!

Cleopatra.- ¡A no, no quiero competencia!

Eunuco.- No señora, los postizos.

Cleopatra.- ¡Qué!

Eunuco.- Usted déjese hacer y no se arrepentirá.


Si su problema son los senos
Use usted un wonder bra
Y ya vera como apantalla
Con su frente descomunal.
Y para esas nalgas de gato
Rellénese con unos trapos
Y si lo que faltan son caderas
Las esponjas son muy buenas
Pues bien puestas en su lugar
Harán que luzca fenomenal.
Y así mi reina y señora será
Todo un símbolo sexual.



Cleopatra.- ¡Maravilloso! ¡He quedado mejor que antes! Eres un artista de la transformación

Eunuco.- Claro, alguna gracia tenia que tener esto de ser maricón.

Cleopatra.- Ahora sí que venga ese fiero guerrero. ¡Ay, mi esclavo, estoy tan emocionada! Dicen que Julio Cesar es todo un hombre. Que huele a macho y se ve tan varonil en su traje de guerrero que ninguna mujer se puede resistir. Ya estoy harta de todo lo refinado de este mundo asiático. Me confunde. Ya no sé distinguir entre un hombre de verdad o un homosexual. Quiero lo bruto, lo brusco, lo tosco. ¡Quiero un hombre! Eso que tienen y que a toda hembra hace decir: quiero aunque me pegues y no me des dinero.

Eunuco.- (Al público) Oh, oh, tengo que ir corriendo a buscar al Emperador porque de seguro ese bruto me va a matar. Demasiado tarde, creo que aquí llega.

ENTRA JULIO CESAR.

Eunuco.- Mi reina y señora le presento al gran Emperador Romano Julio Cesar.

Cleopatra.- (Al público) ¡Por Osiris, si es una princesa!

Eunuco.- Gran Emperador Romano le presento a mi Reina y Señora Cleopatra.

Julio Cesar.- (Al público) ¡Por Júpiter sempiterno, si es una belleza!

Cleopatra.- (Riendo a carcajadas) ¡Y tu eres el general de los romanos, si nada más te faltan las pestañas postizas!

Julio Cesar.- Por favor Cleopatra, no vayas a creer que... si esto sólo lo hice por agradarte.

Cleopatra.- Claro que me agrado, hace mucho que no me reía tanto. Y yo que estaba tan preocupada por gustarte, pero ahora entiendo que ni viéndome desnuda en las aguas del Nilo te hubiera atraído.

Julio Cesar.- (Acercándose) Sólo perdono tu burla porque eres la mujer más sensual y hermosa que he visto pero a este Eunuco ahorita mismo me lo echo.

Cleopatra.- Eso no lo dudo.

JULIO CESAR SE QUITA LA TIARA Y LA BATA QUEDÁNDOSE EN SU TRAJE DE GUERRERO.

Eunuco.- Señora, señora, sálveme.

Cleopatra.- (Impresionada) ¡Guuuaaa, este si es Julio Cesar, que fiero y bruto es!

Julio Cesar.- Ya verás Eunuco, lastima que ya te los hayan cortado porque ahora lo que te voy a cortar es el pescuezo.

Eunuco.- No, no, no. Mi reina, mi reina haga algo.

Cleopatra.- Julio Cesar, tómame soy tu esclava.

Julio Cesar.- (Va hacia Cleopatra) Claro que si porque ya siento que se levanta mi más poderosa espada.

JULIO CESAR, SIN SOLTAR AL EUNUCO, BESA Y CACHONDEA A CLEOPATRA HASTA QUE SE QUEDA CON UNA ESPONJA EN LA MANO.

Julio Cesar.- ¿Qué es esto? A pérfida mujer, querías engañarme con tus esponjitas.

Eunuco.- Ay, mi Reina, ya le poncharon las caderas.

EUNUCO Y
JULIO CESAR: Porque todo en esta vida se sabe
Sin poderlo remediar
Si ha sabido que en sus formas
Rellenos tan sólo hay
Que bobas son las mujeres
Que nos quieren engañar
Me dijiste.

Julio Cesar.- Así que me querían engañar par de embusteros.

Cleopatra.- Ese esclavo tuvo la culpa, pero créeme sólo lo hice por agradarte. Julio Cesar, te lo suplico, pégame pero no me dejes.

Julio Cesar.- (Al público) ¿Qué le pasa a esta mujer? No sabía que a las Egipcias les gustaba el sadomasoquismo, que raras.

ALGUIEN, POR ENTRE TELONES, LE PASA AL EUNUCO UNAS FOTOGRAFIAS DE JULIO CESAR VESTIDO DE ASIÁTICO.

Eunuco.- Alto ahí mi general, mire estas fotografías, se ve tan chic con su bata y su tiara. Y ya esta listo un mensajero para irse a Roma corriendo, corriendo con unas copias de estas fotografías que entregaría de inmediato a sus enemigos si a mi me sucediera cualquier cosa en mi agradable persona.

Julio Cesar.- Si la cámara de tomar fotos todavía no se inventa.

Eunuco.- Pero este es un sketch de teatro así que se aguanta.

Julio Cesar.- (Mirando las fotos) Esto es un vil chantaje.

Eunuco.- No, no, no, esto se llama espionaje y si no quiere que estas fotos lleguen al Senado Romano que tal si usted se relaja y olvida este ligero tropezón de la moda. Mire a la reina, esta embobada con usted, recuerde esta flaca pero trae su buena dote. Además el senado estaría tan orgulloso de su emperador si lograra unir el Reino de Egipto al poderoso Imperio Romano.

Cleopatra.- Estoy flaca pero te prometo que podré engordar un poquito.

Julio Cesar.- Bueno, también los huesos le dan sabor al caldo ¿qué no?
Vengase mi Cleo que ahora si vas a saber lo que bueno.

Cleopatra.- Eso quiero y tu ya verás que aunque flaca aun conservo otros encantos que te fascinaran.

SALEN CLEOPATRA Y JULIO CESAR.

Eunuco.- Y así quedo unido el reino Egipcio al Imperio Romano. Pensándolo bien, aunque ese Julio Cesar sea un bruto, que envidia me da la Cleo. Pero como dicen: la suerte de la fea la bonita la desea. Con permiso porque voy a darme mi baño diario con leche de burro. Good bye my friends.

SALE EUNUCO.



FIN DEL SEGUNDO CUADRO.